Dándolo todo con el sushi y el misterio del grifo
Amigos míos, llega un momento en la vida diaría de todo ser vivo en que hay que engullir, papear, comer, bien sea por pura necesidad o por darle gusto al sistema digestivo. Llegados a este punto hay que asumir ciertos riesgos. Por ejemplo, entrar en el Macudonarudo (antes conocido como Mc Donald's), no supone mucho riesgo, pero pierde parte de la gracia además de que deluce tu linda figura. Así que me acogí a los dioses del maloseráa y decidí entrar a comer Sushi a uno de esos lugares que no tienen ningún caracter reconocible (ni los números!!! ¿Cuanto pagaría?) pero sobre todo por eso de saber que al venir los alimentos transportados por cinta, siempre se puede confiar en la vista más que en el azar a la hora de elegir algo en el menú.
Muy amablemente me sentaron a la barra, mientras me hablaban (da igual que no entiendas nada, ellos son tan educados que te siguen hablando, deben estar diciendo algo como: "Está todo mu rico, te vas a poner como la moñoños, que se te ve bien criado con esos mofletes...") y rápidamente me percaté de un elemento con el que no contaba en la mesa. Teníamos palillos, soja, una especie de tarro rojo, lleno de algo que parecía como washabi en polvo y que por lo tanto me negaba a probar, mis palillos, una servilleta calentita, y un grifo. Quietoparao! Un grifo? Habré de preparar algo? Lavar yo mismo los platos una vez terminado? Que se espera de mí?
Decidí dejar que el destino aclarara la tremenda aflicción que me atormentaba, mientras calmaba el ánimo ñampazampando sushi y haciendo dotes de mi avanzado japonés pidiendo una cerveza de barril (esto si que lo he aprendido rápido): Nama Biru Kudasai. Y mientras tanto, amigo Sancho, donde fueres haz lo que vieres. Habría de esperar al lado del grifo hasta que alguno de los comensales que se sentaban en derredor hiciera uso del mismo. Y mientras tanto, más sushi a la andorga.
Resultó tan evidente como sonrojante. Mi vecino gastronómico abrió lo que yo consideraba wasabi en polvo, agarró una tacita que se hallaba semioculta detrás de las cartas de menú (fijaros ahora en las primeras fotos), y echo unas cucharadas del verde elemento en la misma para acto seguido apoyarla contra el botón lateral del grifo y ver como el agua caliente rellenada preparado un sabroso aunque amargo té. Desarmado por una infusión.
Muy amablemente me sentaron a la barra, mientras me hablaban (da igual que no entiendas nada, ellos son tan educados que te siguen hablando, deben estar diciendo algo como: "Está todo mu rico, te vas a poner como la moñoños, que se te ve bien criado con esos mofletes...") y rápidamente me percaté de un elemento con el que no contaba en la mesa. Teníamos palillos, soja, una especie de tarro rojo, lleno de algo que parecía como washabi en polvo y que por lo tanto me negaba a probar, mis palillos, una servilleta calentita, y un grifo. Quietoparao! Un grifo? Habré de preparar algo? Lavar yo mismo los platos una vez terminado? Que se espera de mí?
Decidí dejar que el destino aclarara la tremenda aflicción que me atormentaba, mientras calmaba el ánimo ñampazampando sushi y haciendo dotes de mi avanzado japonés pidiendo una cerveza de barril (esto si que lo he aprendido rápido): Nama Biru Kudasai. Y mientras tanto, amigo Sancho, donde fueres haz lo que vieres. Habría de esperar al lado del grifo hasta que alguno de los comensales que se sentaban en derredor hiciera uso del mismo. Y mientras tanto, más sushi a la andorga.
(Cómo suben los platitos... tan monos ellos)
Resultó tan evidente como sonrojante. Mi vecino gastronómico abrió lo que yo consideraba wasabi en polvo, agarró una tacita que se hallaba semioculta detrás de las cartas de menú (fijaros ahora en las primeras fotos), y echo unas cucharadas del verde elemento en la misma para acto seguido apoyarla contra el botón lateral del grifo y ver como el agua caliente rellenada preparado un sabroso aunque amargo té. Desarmado por una infusión.
15 comentarios:
Realmente me hiciste reir, tomare en cuenta ese tip para verme super profesional en mi proxima visita a Japon. Estare muy pendiente de tu pagina para tomar experiencia de tus aventuras.
Saludos
Hay que joderse... La tan milenaria ceremonia del té reducida a un grifo emergiendo en la mesa.... Estos japoneses ya no son lo que eran....
Espero que el recibimiento que has tenido con terremoto incluido no te haya asustado demasiado ;D
Por cierto, aprovechando la cobertura... Dale un besito a Matoki de nuestra parte!!!! Evidentemente para ti también hay, celosón....
Muy bien escrito querido Ignacio, has mantenido perfectamente la tensión argumental... vamos por dios!
Besazos
Vaya, apostaba por un grifo de cerveza, pero no... al final era té.
Conociendo al autor, sospecho que intentó antes encajar la jarra debajo del grifo, pero no hubo compatibilidad de tamaños. O no?
Bueno, al menos el té tb era amargo. Prost!
¿y el azúcar? ¿o es que allí no usan de eso?
Como me he reido...a mi me paso algo parecido, pero creo que el surtidor de agua caliente estaba mal disenado...la gente dudaba como colocar la taza delante o detras, yo que no me pienso las cosas mucho probe...y el grito que di cuando me queme con el agua caliente (evidentemente escogi el lado equivocado!!). Azucar...aqui nadie pone azucar al te, supongo que en Japon tampoco!
Un abrazo!
Oria, Nuria, pues me ha dado vergüenza reconocerlo, peeero no encontré azúcar por ningún lado, así que o no había o es que yo me lo tomo así sin azúcar. :) (Y Nuria, yo me libré de escaldarme la mano de milagrito... ufff)
Japogo, claro que intenté meter la jarra a ver si colaba y rellenaba de Biru la jarra, pero nada, no hubo manera, ni implorando!
Belén, muchas gracias! Bss!!
Rachel, pues del terremoto me enteré al día siguiente, así que aquí ni se notó. Menos mal!
Nancy, vete a saber, lo mismo encuentras algo útil y todo por aquí!!! ;-)
Jajaja. Momento Mister Bean total. Estoy viendo que como sigas así vas a tener que rebautizar el blog como "Mi no entender. Crónicas perplejas desde el país del sol naciente". Y yo encantada de tener un blog emparentado :-))
Mi alumna japonesa tomaba el té sin azúcar también: un té verde bastante amargo. Como yo era su invitada no quería ser descortés, pero aquello me sabía a rayos. Caliente aun entraba, pero si lo dejabas enfriar era mortal de necesidad.
Me alegro de que el terremoto no se notara.
Lo de que no iba a entender nada se presuponía, lo contrario habría sido toda una decepción!!! jajajajaja!!!
Me alegra recibir confirmación del té, y que lo tome sin azucar, como debe ser!!! ;-)
ja ja, que bueno, yo también me esperaba que fuese el grifo de la cerveza ;)
alé ha habituarse al té sin azúcar :)
besos
Nos traiciona el subconsciente eh?
Si he podido con la guiness podré con el té sin azucar! :P juas!!
Besos!!!
Si te digo la verdad, nunca habia visto lo del grifo del te. Sera que no voy mucho a los kaitensushi...
Tienes que ir un dia a la ceremonia del te. Por supuesto sin azucar (pero hay una especie de pastelitos" que son 100% azucar y se toman con el te, pero no se disuelven en el tazon: se mastican)
Un te es mas diluido y otro mas espeso de un verde brillante que quedara espectacular en tus fotos, (ya me lo estoy imaginando) pero que sabe fatal.
No notaste el terremoto del sabado? Pues a mi me desperto! la lampara de mi cuarto estuvo moviendose un buen rato y haciendo ruiditos. Fue suave pero bastante mas largo de lo habitual, aunque no le di importancia, me di la vuelta y segui durmiendo. Me entere de lo que paso por las noticias de Espana, no te digo mas.
Rachel guapa, besito recibido. Ahora si que no teneis mas remedio que daros una vuelta por Japon y venir a vernos!!!
Matoki, me enteré del terremoto del sábado cuando me lo dijeron el domingo, creo que yo estaba grogi grogi en la cama. Nada de nada.
La ceremonia del té, pues sí, tengo ganas de ir. Aunque lo mismo hacer fotos rompe la magia, no?
que envidia... la verdad es que vas a tener blog pa rato, juntando tu espíritu aventurero y una ciudad tan distinta a lo que conocemos... ;)
disfruta y sigue haciéndonos estos reportajes de lujo :D
Abrazos!!!
A sus órdenes!!! :D
Publicar un comentario