El increible atardecer del impronunciable Aberystwyth. Por Gales (6)
Llegamos a la portuaria ciudad de Aberystwyth con la caida de los últimos rayos de sol. Ya pasarán por aquí algunas otras ciudades de nombres impronunciables, donde no existen las vocales a lo largo de la palabra. De momento dejare a los amigos de Carlos Sobera que intenten adivinar su fonética. Un gallifante está en juego. :)
Allí, donde se juntan los ríos Ystwyth y Rheihold, en mitad de la bahía de Cardigan, y completamente enfrentado al Oeste, mirando directamente a donde se oculta el Sol, esta ciudad de casi 20 mil habitanes se nutre principalmente de estudiantes. Tanto que se la concoce omo la Oxbridge (en referencia a Oxford y Cambridge) de Gales.
No tuvimos demasiado tiempo en turistear, porque primero, a las horas que llegabamos ya era imposible y segundo porque cada segundo que emplearamos por las calles era un segundo menos que perdíamos de delitarnos con el atardecer que se perdía en el mar de Irlanda. Y en mitad de la bahía un muelle victoriano, ya decrépito, por el salitre y el continuo romper de las olas, aguantaba otro día más mientras las bandadas de estorninos creaban y descreaban figuras en el aire. Nubes de pájaros.
Un atardecer igual de delicioso que frío, como si doliera ver tanta belleza. Los dedos se iban congelando, las orejas se iban cayendo, la nariz se insensibilizaba y poco a poco, los miembros del viaje iban decidiendo que el mejor lugar para verlo era dentro del coche, mientras un intrépido fotógrafo ajeno a la bajada de las temperaturas intentaba capturar los últimos instantes del sol antes de morir.
Y tras esto, y mientras el remanente de luz se apaga, no quedaba otra que entrar en el calor del coche, con la sonrisa que habría de durar aún un tiempo, mientras te reafirmas en la idea de que este mundo guarda cuando menos te lo esperas, sorpresas maravillosas.
Allí, donde se juntan los ríos Ystwyth y Rheihold, en mitad de la bahía de Cardigan, y completamente enfrentado al Oeste, mirando directamente a donde se oculta el Sol, esta ciudad de casi 20 mil habitanes se nutre principalmente de estudiantes. Tanto que se la concoce omo la Oxbridge (en referencia a Oxford y Cambridge) de Gales.
No tuvimos demasiado tiempo en turistear, porque primero, a las horas que llegabamos ya era imposible y segundo porque cada segundo que emplearamos por las calles era un segundo menos que perdíamos de delitarnos con el atardecer que se perdía en el mar de Irlanda. Y en mitad de la bahía un muelle victoriano, ya decrépito, por el salitre y el continuo romper de las olas, aguantaba otro día más mientras las bandadas de estorninos creaban y descreaban figuras en el aire. Nubes de pájaros.
Un atardecer igual de delicioso que frío, como si doliera ver tanta belleza. Los dedos se iban congelando, las orejas se iban cayendo, la nariz se insensibilizaba y poco a poco, los miembros del viaje iban decidiendo que el mejor lugar para verlo era dentro del coche, mientras un intrépido fotógrafo ajeno a la bajada de las temperaturas intentaba capturar los últimos instantes del sol antes de morir.
Y tras esto, y mientras el remanente de luz se apaga, no quedaba otra que entrar en el calor del coche, con la sonrisa que habría de durar aún un tiempo, mientras te reafirmas en la idea de que este mundo guarda cuando menos te lo esperas, sorpresas maravillosas.
10 comentarios:
Se pronuncia algo así como “aberistuiz” más o menos... creo.... Es que resulta que el mundo es un handkechief y la sister de una de mis mejores friends, aterrizó allí para estudiar su PhD. Allí conoció a un boy que se convirtió en su husband y no te puedes imaginar la de stories que me ha contato sobre ese “aberistuiz”
Pues mira, no andábamos tan descaminados, "Avestruzis/Abestruzis" para los que tuvimos que mirar el mapa y dar indicaciones. la de saliva que malgastamos tratando de pronunciar los nombres de los sitios obviamente carente de vocales!
Insisto que la belleza del atardecer está magnificada por la lente de Ignacio. Teníais que verle la cara de felicidad con que entró al coche de vuelta... le tuvimos que abrir la puerta del coche nosotros mismos porque se le habían congelado los nudillos y traía el índice aún pegado al botón de disparo de la camar. Qué dedicación!!
Avestruzis mola! :) jajajaja!
Pues si, emma, el mundo es un pañuelito. Hay que ver! :)
Marta Tiana, es cierto, lo recuerdo perfectamente. Yo estaba completamente feliz a pesar de la más que segura congelación. Que maravilla!!! jajajaja
Aberystwyth, Aberaeron, Machyntleth... nombres como salidos de El Señor de los Anillos (o más bien al revés, no?)
y, hablando de pañuelos, sí, éste fue mi primer destino cuando me vine a estas tierras.
qué buenas fotos, por cierto
Vamos, de no haber oído hablar de él jamás a ser un lugar que todos conocen. Y yo paseando por allí en mi ignorancia!!! :) Jajaja!
Si estuviera presente yo diría: a ver hostis! deja las fotos q nos congelamos!
Es broooooooooomaaaaa....te dejaría sacar todas las q quisieeeeras.
Esos cielos casi te hacen creer en esa teoría de un ser superior que habita ahí arriba...juas!
Tío... eres el ojo de Dios. Ya te pediré algo prestado para ilustrar algún post en Scriptoria. Me inspiras.
Un abrazo
Vane, te obligaría a quedarte y me juego que entonces también te olvidarías del frío mientras quedara un rayo de luz. :)
Adr, será un placer. Qué de piropos, por cierto. ^^
Estuve en Aberystwyth hace un par de semanas y es cierto que las puestas de sol son impresionantes. Eso sí, hay que tener suerte y encontrar un día un poco despejado, que no es fácil en UK.
En todo caso, una buena localización para tomar buenas fotografías, a pesar del frío ;)
^__^El frío se pasa, las fotos quedan! Yo no lo noté hasta que termine de hacer fotos!
Seguramente en dos semanas pillarías más de un día despejado! :D
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