Un año de exhibicionismo ilustrado

Pues sí, queridos contertulios, lectores asiduos, espontáneos, casuales, recién llegados, participativos, ocultos, este blog cumple hoy un año. Un añito de exhibicionismo ilustrado por mi parte y de voyeurismo más o menos curioso por la vuestra. Un año contado en 253 pequeños artículos que pueden parecer excesivos, insuficientes o erroneos para contar un año de una vida.

El blog, como todo, ha evolucionado desde sus comienzos, cuando debería haber empezado con mi llegada a Londres, pero se retraso casi un mes hasta que aburrido decidí comenzarlo en un cibercafé una tarde de un 25 de Marzo. Comenzó como curiosidad, con la intención de tener mis recuerdos apuntados para echarles un ojo dentro de algún tiempo y para mantener informados de mis andanzas a las amistades sin tener que andar reescribiendo lo mismo en innumerables mails. Vaguería creo que lo llaman.

Durante todo este tiempo ha pasado a ser un lugar que lleva a muchos sitios pero no llega a ninguno, característica que comparte el que esto escribe. Aprendiz de todo y maestro de nada. Así, ha quedado a mitad de camino entre un diario personal, una guía de viajes, una exposición de fotos, un lugar de encuentro mañanero...

Me alegro mucho de haberlo comenzado, y me alegro enormemente de que haya llegado al año de vida. Como ser inconstante que soy nunca esperé que llegara a tener una existencia tan longeva. Probablemente se me pasaría la perra y escribiría cada vez menos hasta que fuera un trocito de mi olvidado por la red. Estoy orgulloso de haber mantenido la constancia durante este año.

Me alegro también de la gente que se ha unido por el camino y que haya quien regala algún minuto de su día para dejar algún comentario y reconozco mi curiosidad por quien entra y se queda en las sombras.

Para mi ha sido algo más que un hobby. He descubierto algo que me gusta, que me divierte y que me permite estar más atento a todo lo que voy viendo y me hace completar la información cuando me siento a escribir.

Ahora que los blogs han pasado a ser una forma más de comunicación creo que dentro de un tiempo me arrepentiría de haber dejado pasar la oportunidad de probar esta nueva herramienta para interelacionarme con el resto del mundo.

Comentan las malas lenguas que la mortalidad de blogs a partir del primer año es alta pero creo que este pequeño goza de buena salud, se le ve fuerte y sano, así que probablemente tocará soportarlo algún tiempo más (ya vereis cuando llegue a la edad del pavo, ya).

A los que quieran seguir el viaje por aquí seguiremos. Súbanse cuando quieran y bájense cuando lo deseen, hablen con sus compañeros de cabina o no, disfruten del paisaje o lean, o echense un sueñecillo.

Gracias por estar tras la pantalla. Aunque comencé este blog para mí la verdad es que tiene mucho mas sentido con vosotros al otro lado.