las perlas de Mikimoto. Ise-Shima (y 3)
La localidad costera de Toba es uno de los centros de perlas más importantes de Japón. Tanto ahora alberga el museo Mikimoto de perlas. Si no estais acostumbrados a adornar vuestro cuerpo con perlas, es posible que este nombre no os suene de nada (yo ajeno a estas bolitas nacaradas no lo conocía) pero digamos que este hombre colocó a Japón en el mercado de perlas internacional a principios del siglo XX gracias a la técnica de perlas cultivadas.
Esta técnica basicamente consiste en introducir un elemento externo en forma esférica en los tejidos interiores de una ostra para que ella misma, en un acto de protección, lo recubra de nácar. De igual manera, se prodían obtener cubos, estrellitas, y cualquier otra forma siempre y cuando quepa dentro de la ostra. Siguiendo la misma lógica, una misma ostra puede crear unas cuantas perlas a la vez. :)
Estas ostras se denominan ostras madre y tras este proceso de inserción se colocan en el fondo del mar. Curiosamente este trabajo en sus origenes se dejaba en mano de mujeres buceadoras, que vestidas de impecable blanco hacían de sirenas y bajaban al fondo marino a dejar unas y recoger otras esperando que las maravillosas perlas ya se hubieran formado. Hoy en día una pequeña respresentación de mujeres sigue lanzándose al mar siguiendo el proceso de antaño, como parte de las atracciones del museo.
Aún así, lo más interesante está en la exhibición de joyas. Ahora que tenemos perlas, vamos a ver que podemos hacer con ellas, no? Y aquí entra la imaginación del artista para engarzarlas con diamantes, oro y otras joyas preciosas en collares, pendientes y demás abalorios, amén de esculturas variadas.
Codiciados artículos de lujo no aptos para bolsillos sensibles. :)
Esta técnica basicamente consiste en introducir un elemento externo en forma esférica en los tejidos interiores de una ostra para que ella misma, en un acto de protección, lo recubra de nácar. De igual manera, se prodían obtener cubos, estrellitas, y cualquier otra forma siempre y cuando quepa dentro de la ostra. Siguiendo la misma lógica, una misma ostra puede crear unas cuantas perlas a la vez. :)
Estas ostras se denominan ostras madre y tras este proceso de inserción se colocan en el fondo del mar. Curiosamente este trabajo en sus origenes se dejaba en mano de mujeres buceadoras, que vestidas de impecable blanco hacían de sirenas y bajaban al fondo marino a dejar unas y recoger otras esperando que las maravillosas perlas ya se hubieran formado. Hoy en día una pequeña respresentación de mujeres sigue lanzándose al mar siguiendo el proceso de antaño, como parte de las atracciones del museo.
Aún así, lo más interesante está en la exhibición de joyas. Ahora que tenemos perlas, vamos a ver que podemos hacer con ellas, no? Y aquí entra la imaginación del artista para engarzarlas con diamantes, oro y otras joyas preciosas en collares, pendientes y demás abalorios, amén de esculturas variadas.
Codiciados artículos de lujo no aptos para bolsillos sensibles. :)
10 comentarios:
Nunca entendí muy bien el culto a la joyería y demás excentricidades. Resulta curiosa la forma en que el humano llega a engañar a la naturaleza para conseguir sus fines, por muy absurdos que estos puedan resultarle a uno.
Ahh, y pa joya este blog!
Me has comprado algo, querido? :P
Besicos
Uoooohhhh!! Impresionante, de las joyas que más me han gustado de las que has enseñado, la última, sin duda... muy fisna ella...
Pero pa joyas tus fotos ;P!!! eso sí que són perlas únicas!!! y no se puede engañar a ningún animal para que las haga... (verdad??) :)
A pesar de que no me gustan las joyas,en general considero "joyas" a otras muchas cosas,me llama poderosamente la atención el tema que relatas.
Bonito espacio.Volveré.
Sayonara,baby!!
Espero que en tu casa no gusten las perlas porque como así sea y visiten tu blog quizás te lleves una colleja por no tener el detalle, jejeje.
Yo soy más de abalorios. Las perlas en particular no me gustan nada, las veo muy de agüela...
¡¡¡qué graciosa la japonesa en el agua con la ostra y el cubo en la mano!!! ..jajajaa...
A mi me puedes traer una si quieres ehhhh...
Besos.
Japogo... es que las joyas son taaaan bonitas!!! :) Yo tampoco soy de perlas, pero creo que la corona no me quedaría del todo mal... muajaja!
Belén, pero tu crees que hay algo que pueda competir contigo? Las joyas se ponen para mejorar, no para emborronar.. ;-)
Jajaja! Queseyo, no sé lo mismo hay algún chimpancé primatesco por ahí que también también tiene suerte al apretar el obturador. La clave como siempre está en hacer muuuchas y aplicar la técnica del porcentaje ;-)
Rose, welcome... efectivamente hay joyas mucho más importantes y mejores... :)
Oria, hace mucho tiempo que ya no llevo nada cuando viajo (tampoco espero nada cuando otros viajan)... menos mandar postales... que eso si que me encanta! :) (y sí, el clásico collar de perlas puede ser muy de abuela... pero a Audrey Hepburn le quedaban de miedo...)
Cris, muy maja ella, si. Además cada vez que sacaba una, todo el mundo aplaudiendo y gritando ooooh aaaah!!! jajajaja! Muy japo. La perlaaa... esto... si... ya va, ya va!! :)
Has salido bien del apuro, muy bueno!
Besicos
Ufff... que sudores he pasado! :)
Bss!
Japogo la joyería es en el fondo otro tipo de arte. Hay gente que pinta y vende sus cuadros por millones, escultura, cocina, literatura... Todo es el poder de la mente y lo que pueda crear. Hay muchísima gente que se dedica a la joyería y que son considerados como artistas. Y en vez de tener un cuadro de millones en la pared, pues tienes un disenyo con piedras sobre tu piel. Hay gustos para todo, no? :-)
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