Fin de fiesta. The Mayor's Thames Festival 07 (y 4)

No hay mejor manera que acabar una celebración que con mucho ruido y mucho color, así que nada mejor que un buen despliegue pirotécnico en medio de todo. Entre los ya mencionados puentes de Waterloo y Blackfriars. Desde el centro del río al que se homenajeaba. Burda excusa para montar un festival, pero no seré yo quién me queje. Que monten muchos más como este!

Decidí que el puente de Waterloo sería el elegido para verlo, sobre todo por que tiene la vista de la Catedral de St. Paul y la City más una buena vista sobre el río.

El puente empezaba a estar lleno una hora antes del comienzo, hora aproximada en que uní a la multitud y encontré uno de los pocos huecos que quedaban sin tener que sortear cabezas para extender el trípode y empezar a preparar el equipo. Esto que suena muy rimbombante no me lleva más de cinco minutos. Básicamente para hacer fotos a los fuegos (cosa con la que no tengo mucha práctica) coloqué la cámara en la cabeza, busque un buen encuadre y deje el enfoque en manual y apuntando al infinito. Hice unas cuantas pruebas abriendo y cerrando más el diafragma para asegurarme que los edificios no quedaban demasiado quemados (al final me quedé con f.16). La idea era luego cuando empezaran los fuegos utilizar el control remoto para abrir y cerrar el obturador según me fuera apeteciendo, sin fijar el tiempo.

Total que tras este tecnoapunte, ya estaba listo, quedaban más de 45 minutos de espera en un puente en mitad del río, donde soplaba un vientecito nada calentito y yo que había salido muy alegremente de casa, no iba nada preparado para la gélida espera. Estuve refrotándome los brazos durante un rato, aguantando con poca dignidad al lado de unos alemanes impertérritos, hasta que la familia inglesa que me flanqueaba por el otro lado, atraida por el repiqueteo de mis dientes comenzó a dirigirme la palabra.

Estuve un rato charlando con ellos. Una familia entrañable, curtida en las playas mallorquinas, y viajeros de medio mundo que me acabaron preguntando por mi estancia en Londres. "Llevo más de un año y medio ya trabajando por aquí" contesté. "¿Y todavía no has aprendido que en mitad de Septiembre tienes que salír con una chaqueta por las tardes?"

Touché.